Algunos podrían argumentar que las personas exitosas tienen actitudes como tener visión, mostrar gratitud, ser honestos, aprender del fracaso y tener una gran inteligencia emocional.
Aunque estos rasgos juegan un papel en el éxito, el verdadero secreto viene de la cienca, particularmente en los avances en neurociencia, y en cómo puedes condicionar tu cerebro para alcanzar tus sueños y metas
La neurociecia del éxito puede ser complicada, pero trata sobre cómo funciona tu cerebro en tres áreas: sistema de activación reticular (RAS), la liberación de dopamina y tu memoria.
El RAS influye la cognición y es básicamente un filtro de los
aproximadamente ocho millones de bits de información
(subconscientemente) flotando en nuestro cerebro. En otras palabras,
elimina el ruido blanco. Cuando un mensaje pasa por el filtro RAS entra
en el cerebro y luego se convierte en pensamientos conscientes,
emociones o incluso ambos.
Como explica Ruben Gonzalez, autor de
El coraje del éxito,
“aunque el cerebro es el centro del pensamiento, no responde a un
mensaje a menos que el RAS lo permita. El RAS es como Google. Hay
millones de sitios web ahí, pero filtra a aquellos en los que tú no
estás interesado simplemente cuando escribes en el teclado”.
Entonces, ¿qué mensajes reciben? Casi sólo los que son de
hecho importantes para ti. Por ejemplo, si estás enfocado en preparar un
discurso entonces tu RAS va a filtrar los pensamientos que van a hacer
de tu presentación un éxito, tales como las herramientas y recursos que
necesitarás para dar un discurso memorable.
Como Gonzalez
agrega, “esto significa que mientras mantengas tus metas 'hasta arriba
de tu mente', más trabajará tu subconsciente para alcanzarlas. Es por
eso que se recomienda escribirlas cada día, ¡visualizar tu resultado
deseado y regularmente decir
afirmaciones es muy importante! Hacer estas cosas realmente ayuda a
enfocar tu mente subconsciente en lo que es importante para ti”.
Círculos de dopamina
Mientras el RAS puede
ayudarte a centrarte en el resultado deseado, la liberación de dopamina
es lo que hace que el éxito se sienta tan bien.
Como escribió recientemente Mark Lukens, cofundador de
Method3,
“cuando tenemos éxito en algo, nuestro cerebro libera recompensas
químicas, la más importante de ellas es el neurotransmisor dopamina, un
químico mejor conocido por el papel que juega en adicciones y uso de
drogas”. La dopamina, a pesar de su asociación negativa, “es una parte
natural de cómo funciona nuestro cerebro, produciendo la sensación de
placer con lo que sea que pruebes, café o chocolate, o cuando logras una
gran ganancia”.
Por
eso, hace sentido que “la dopamina esté fuertemente conectada a la
motivación, llevándonos a repetir los comportamientos que crean ese
ajetreo, incluso cuando no estamos esperándolo”. Sin embargo, la
respuesta a la dopamina es a corto plazo, pero cuando nuestro cerebro
recuerda qué tan asombroso fue antes, tratamos de traerla una y otra vez
más.
Es entonces cuando los círculos de dopamina entran en
escena. Después de experimentar éxitos repetidos, el placer que tuviste
inicialmente es cada vez más pequeño. Piensa de esta manera: Después de
que has terminado un videojuego, no se siente tan bien la segunda o la
tercera vez, ¿cierto? Es cuando buscas recompensas más grandes, como
desbloquear trofeos o nuevos personajes.
“Bajo las circunstancias correctas, esto puede llevarnos a buscar emociones cada vez nuevas”, agrega Lukens. Es por eso que los gamers
están constantemente enganchados, es la razón por la cual revisas
constantemente tu teléfono, cada minuto, para actualizar tu status en
Facebook, y eso nos motiva a complementar cosas más grandes y mejores.