Todo Cambia

Érase una vez que mientras Albert Einstein estaba enseñando en la Universidad de Princeton aplicó un examen a una clase avanzada de estudian...

viernes, 19 de octubre de 2018

Creelo en tu interior (Neville Goddard)

La realidad objetiva de este mundo es producida solamente por la imaginación humana,
en la que todas las cosas existen. Esta noche espero enseñarte a cómo apropiarte
subjetivamente de eso que ya existe en ti, y convertirlo en un hecho objetivo. Tu vida no
es más que la representación externa de tu actividad imaginaria, pues tu imaginación se
cumple en lo que tu vida llega a ser.
El último año que Robert Frost estuvo con nosotros, fue entrevistado por la revista LIFE y
dijo: “Nuestros padres fundadores no creyeron en el futuro, lo creyeron en su interior”.
Esto es verdad. Habiendo roto con Inglaterra, nuestros padres fundadores podrían haber
establecido su propia realeza aquí haciendo rey a uno de ellos, perpetuando de este
modo una familia real. Podrían haber elegido una forma de dictadura, pero se pusieron de
acuerdo en imaginar una forma de gobierno que no había sido probada desde la época de
los Griegos. La democracia es la forma de gobierno más difícil del mundo, sin embargo
nuestros padres fundadores acordaron creerla en su interior. Sabían que podría tener
lugar, porque conocían el poder de la creencia – el poder que espero enseñarte que eres,
esta noche.
Decir: “Voy a ser rico”, no va a hacer que suceda; debes creer en la riqueza afirmando en
tu interior: “Soy rico”. Debes creer en el tiempo presente, porque el poder activo creativo
que eres, es Dios. Él es tu conciencia, y Dios solamente actúa y es. Su nombre por
siempre y para siempre es “YO SOY”, por lo tanto, él no puede decir: “Yo seré rico” o “Yo
era rico” sino “¡Yo Soy rico!”. Afirma lo que quieres ser consciente del aquí y ahora, y –
aunque tu mente racional y tus sentidos lo nieguen – si lo asumes con sentimiento, tu
actividad interna, establecida y perpetuada, se objetivará en el mundo exterior – que no es
más que tu actividad imaginaria objetivada. Intentar cambiar las circunstancias de tu vida
antes de que cambies su actividad imaginaria, es esforzarse en vano. Esto lo sé por
experiencia. Yo tenía un amigo que odiaba a Roosevelt y él quería cambiarle. Cada
mañana mientras se afeitaba, mi amigo regañaba a Roosevelt. Encontraba una gran
alegría y satisfacción en esta rutina diaria, pero a pesar de todo no podía entender por
qué Roosevelt permanecía igual. Pero te digo, si quieres que alguien cambie, debes
cambiar tu actividad imaginaria, porque es la única y sola causa de tu vida. Y puedes
creer cualquier cosa dentro de ti si no aceptas los hechos que te dictan tus sentidos; pues
nada es imposible de imaginar, y la imaginación – persistida en tu interior y creída –
creará su propia realidad.
Ahora, todas las cosas existen en Dios, y él existe en ti y tú existes en él. Tu cuerpo
eterno es la imaginación humana, y eso es Dios mismo. Tu imaginación es, en efecto, un
cuerpo en el que todas las cosas están contenidas. Cuando imaginas, la cosa misma sale
de ese cuerpo divino, Jehová. La historia de Jesús es un maravilloso misterio que no
puede ser resuelto hasta que descubras, desde la experiencia, que él es tu propia
maravillosa imaginación humana.
Se nos dijo que Dios habla al hombre en un sueño y se revela a sí mismo en una visión.
Ahora, la visión es un sueño despierto como esta habitación, mientras que un sueño
ocurre cuando no estás completamente despierto. Hace unos años esta visión fue mía:
Fui llevado en espíritu a una de las primeras mansiones en la 5ta Avenida de Nueva York
a comienzos de siglo. Cuando entré, vi que tres generaciones estaban presentes y
escuché al hombre mayor hablándoles del secreto de su abuelo a los demás. Estas son
sus palabras: “El abuelo solía decir, mientras estaba de pie en un solar vacío: 'Recuerdo
cuando esto era un solar vacío.' Y entonces describiría una representación verbal de lo
que él quería construir allí. Lo veía vívidamente en el ojo de su mente mientras hablaba, y
con el tiempo se estableció. Fue por la vida de esa manera, realizando objetivamente lo
que primero había afirmado subjetivamente.”
Te digo: todo en tu mundo externo fue primero apropiado subjetivamente, no me importa
lo que sea. El deseo puede ser tu solar vacío en el que puedes hallarte, recordando
cuando lo que ahora tienes era sólo un deseo. Si ahora digo: “Recuerdo cuando di una
conferencia en el Woman's Club de Los Ángeles” estoy dando a entender que yo ya no
estoy allí y que estoy donde quiero estar. Recordando cuando eras pobre, te he sacado
de la pobreza y te he puesto en la comodidad. Puedo recordar cuando estabas enfermo,
al sacarte de la enfermedad y colocarte en el estado de salud. Si recuerdo cuando eras
desconocido, eso implica que ahora eres conocido. Cambiando mi recuerdo de la imagen
de ti, puedo ahora recordar cuando tú, con toda tu fama y fortuna, eras desconocido y no
tenías dinero. Ese era el secreto del éxito del abuelo.
Esto es lo que aprendí en la visión. No dejes de lado este pensamiento pues me vino en
una visión. En el 12º capítulo del Libro de los Números se dice que Dios habla al hombre
por medio de los sueños y se da a conocer a través de la visión. Si Dios se te da a
conocer a través de la visión y te habla en el sueño, ¿qué es más importante que recordar
tus sueños y visiones? No puedes comparar el diario de la mañana o cualquier libro que
puedas leer, con tu visión de la noche, pues esa es una instrucción de la profundidad de ti
mismo.
Dios en ti te habla en un sueño, como lo hizo conmigo cuando me llevó en un viaje en el
tiempo a esa mansión hermosamente personalizada en el cambio de siglo. Como espíritu,
era invisible a los presentes, pero oía más claramente que ellos, y comprendía las
palabras más gráficamente que ellos, porque tenían sus millones; ¿y quién le va a decir a
alguien que ya tiene millones cómo obtenerlos? Me introduje en su entorno para conocer
su historia, con el fin de compartirla con los que querrán oír y creer mis palabras y luego
probarlas.
Esto no quiere decir que, sólo porque has escuchado mi visión vas a disfrutar de la
riqueza; debes aplicar lo que has escuchado y recordar cuándo. Si dijeras: “Recuerdo
cuando no podía permitirme el lujo de gastar 400 dólares al mes para el alquiler”, estás
dando a entender que bien puedes permitírtelo ahora. Las palabras: “Recuerdo cuando
era un esfuerzo vivir con mi sueldo mensual”, implica que has trascendido esa limitación.
Puedes colocarte en cualquier estado recordando cuándo. Puedes recordar cuando tu
amiga expresó su deseo de casarse. Recordando cuando estaba soltera, te estás
persuadiendo (convenciendo) de que tu amiga ya no está en ese estado, ya que la has
movido de un estado a otro.
Cuando digo que todas las cosas existen en la imaginación humana, me refiero a infinitos
estados [de conciencia]; pues todo lo que sería posible de experimentar por ti ahora,
existe en ti como un estado del que tú eres su poder operante. Sólo tú puedes hacer que
un estado cobre vida. Tienes que entrar en un estado y animarlo a fin de que se plasme
(manifieste) en tu mundo. Puedes luego volver a dormirte y creer que el hecho objetivo es
más real que su estado subjetivo al cual has entrado; pero te puedo decir: todos los
estados existen en la imaginación. Cuando un estado es penetrado subjetivamente, se
vuelve objetivo en tu mundo vegetativo, donde tendrá muchos altibajos y desaparecerá;
pero su forma eterna permanecerá para siempre, y puede ser reanimado y traído de
vuelta a la existencia a través de la semilla del pensamiento contemplativo. Así que te
digo: la cosa más creativa en ti es entrar en un estado y creerlo existente.
Ahora, la causalidad es el ensamblaje de estados mentales, que al suceder crea aquello
que el ensamblaje implica. Digamos que tengo dos amigos que sentirían empatía conmigo
(no confundir con simpatizar) si escucharan mis buenas noticias. Los pongo juntos y
escucho (todo en mi imaginación) como hablan de mí y de lo que ha sucedido en mi vida.
Siendo verdaderos amigos, escucho sus palabras de alegría y veo su felicidad reflejada
en sus caras. Luego me permito hacerme visible a ellos y sentir su apretón de manos y su
abrazo mientras acepto sus felicitaciones como un hecho. Ahora he ensamblado un
estado mental, que al ocurrir, creó aquello que el ensamblaje implicaba; por lo tanto soy
su causa. Mientras camino, creyendo firmemente en la realidad de lo que he hecho, y que
ese acto imaginario se convierte en un hecho, puedo cuestionarme sobre la forma en que
ocurrió. Entonces, recordando mi acto imaginario diría: “Lo hice”. Si lo hice, entonces ¿no
lo hizo Dios? Sí, porque Dios y yo somos el único “YO SOY”.
¿Vas a seguir creyendo que hay otro en el exterior? ¿O vas a creer la gran confesión de
fe, que te insto a aceptar? Es el gran Shemá: “Escucha, oh Israel, el Señor nuestro Dios,
el Señor es Uno”. Si el Señor es uno no puede ser dos; por lo tanto, si su nombre es YO
SOY y tú dices “YO SOY”, debes ser uno con el Señor que trajo el mundo a la existencia.
Escucha estas palabras: “Por medio de la fe entendemos que el mundo fue creado por la
palabra de Dios, de modo que las cosas que son vistas fueron hechas de cosas que no se
veían”. Aquí vemos que la palabra de Dios es una actividad imaginaria que, unida a la fe,
creó el mundo. Y la fe no es más que la apropiación subjetiva de una esperanza objetiva.
Ahora, cuando hablas de tu deseo conmigo, no puedes ver mi acto imaginario relativo a ti.
Si me dices que necesitas un trabajo y yo acepto ese pensamiento, cuando pienso en ti
recuerdo tu necesidad. Pero si cambié tus palabras y te escuché decirme que amabas tu
trabajo, podría recordar cuando necesitabas uno; porque ahora mi banco de memoria
contiene el hecho de que tú tienes un trabajo que te gusta mucho. Y cuando nos
reunamos otra vez me dirás que lo tienes y estarás sólo trayendo la confirmación de mi
acto creativo imaginario.
Ahora, si la imaginación trabaja de esta manera y se prueba a sí misma en el ensayo una
y otra vez, ¿qué importa lo que el mundo piense? No te cuesta nada intentarlo y el cambio
que producirá para ti en la vida será muy significante. Inténtalo, porque lo demostrarás en
la ejecución.
Esto puede estar en conflicto con lo que crees que Dios es. Tal vez todavía necesitas que
sea alguien en el exterior, de modo que hay dos [yoes] de ti y no uno. Está bien si es así,
pero te digo: Dios no se convirtió en ti para que hubiérais tú y Dios. Se convirtió en ti, para
que pudieras llegar a ser Dios. Si Dios se convirtió en ti, su nombre debe estar en ti, y lo
está; porque si te pregunto algo, debes primero estar consciente de la pregunta antes de
que puedas responder, y tu conciencia es Dios.
Puedes no ser consciente de quien eres, de donde te encuentras o de lo que eres; pero
sabes que existes. Consciente de lo que tus sentidos y razón dictan, puedes creer que
estás limitado, que eres indeseado, ignorado y maltratado; y tu mundo confirma tu
creencia en tu actividad imaginaria. Y si no sabes que tu conciencia está causando este
maltrato, culparás a todos menos a ti; sin embargo te digo que la única causa de los
fenómenos de la vida es una actividad imaginaria. No hay ninguna otra causa.
Si crees en los horrores del mundo tal como te son dados en el diario y en la televisión, tu
creencia causa que los horrores continúen. Al creer las noticias de una escasez,
comprarás lo que no necesitas aceptando ciegamente la presión de perpetuar una
actividad imaginaria que te mantiene asustado. A lo largo de las escrituras se te dice que
no dejes que se turbe tu corazón, que no te preocupes y que no temas. Si el miedo
pudiera ser eliminado, no habría ninguna necesidad de psicólogos o psiquiatras. Es un
montón de tonterías de todos modos. Cada día esta rama de la medicina cambia sus
conceptos y siempre están en conflicto con respecto a como es la actitud del hombre
hacia la vida.
Te digo: el vasto mundo entero está en tu imaginación humana ahora, y puedes producir
de ella cualquier deseo creyéndolo existente.
En primer lugar, debes saber lo que quieres, luego crea una imagen [en tu imaginación]
que lo cumpla. ¿Sabrían tus amigos lo que es y hablarían de ello? Imagina que están
contigo ahora hablando de tu deseo cumplido. Podrías estar en un cóctel o en la cena de
una fiesta que se está dando en tu honor. O tal vez es un pequeño encuentro mientras
tomáis el té. ¡Crea una escena en el ojo de tu mente y cree en su realidad en tu interior!
Ese estado invisible producirá el estado objetivo que deseas, pues toda realidad objetiva
está producida solamente por la imaginación.
La ropa que ahora llevas puesta fue primero imaginada. La silla en la que estás sentado,
la habitación que te rodea – no hay ninguna cosa aquí que no fuera primero imaginada;
así que puedes ver que la imaginación crea la realidad. Si no lo crees, estás perdido en
un mundo de confusión.
No hay ficción. Lo que hoy es ficción mañana será un hecho. Un libro escrito hoy como
una historia ficticia sale de la imaginación de quien lo escribió, y se convertirá en un hecho
en el mañana. Si tienes una buena memoria o un buen sistema de investigación, puedes
encontrar los hechos de hoy. No todos los hechos se registran, porque no todos los
pensamientos se escriben; sin embargo todas las personas imaginan. Un hombre que se
sienta injustamente encarcelado y desee vengarse alborotará el mundo, porque todas las
cosas por ley divina se mezclan con los demás seres. No puedes detener la fuerza que
viene de alguien que está imaginando, porque detrás de la máscara que lleva, tú y él sois
uno. Empieza ahora a tomar conciencia de lo que estás pensando, porque tal como
piensas, imaginas. Sólo entonces puedes dirigir un buen rumbo hacia tu objetivo definido.
Sin embargo, si pierdes de vista ese objetivo, puedes y serás movido por los aparentes
otros seres. Pero si mantienes tu mente centrada en la conciencia de permanecer
[enfocado] en tu meta, no puedes fallar.
El final de tu viaje es donde empieza tu viaje. Cuando me dices lo que quieres, no trates
de decirme ni el medio ni la manera necesarios para conseguirlo, porque ni tú ni yo los
conocemos. Sólo dime lo que quieres para que yo pueda oírte decirme que lo tienes. Si
intentas decirme cómo se va a cumplir tu deseo, primero debo borrar ese pensamiento
antes de que pueda reemplazarlo con lo que quieres ser. El hombre insiste en hablar de
sus problemas. Parece disfrutar al contarlos una y otra vez y no puede creer que lo único
que necesita hacer es formular su deseo claramente. Si crees que la imaginación crea la
realidad, nunca te permitirás preocuparte por tus problemas, pues te darás cuenta de que
al hacerlo los perpetúas aún más.
Así que te digo: lo más importante que puedes hacer es creer existente una cosa, al igual
que nuestros padres fundadores hicieron. No tenían ningún ejemplo actual de
democracia. Existió en Grecia hace siglos, pero falló porque los griegos cambiaron su
actividad imaginaria. Podríamos hacer eso también. No pienses ni por un segundo que
tenemos que continuar como una democracia. Podríamos estar bajo una dictadura dentro
de veinticuatro horas, pues todo es posible. Si te gusta la democracia, debes estar
constantemente vigilante para mantener vivos sus conceptos dentro de ti. Es la forma más
difícil de gobierno. Un hombre puede expresar su opinión y organizar una protesta aquí,
pero en otras formas de gobierno no podría hacer eso. Si quieres disfrutar de la libertad
de una democracia, debes mantenerla viva siendo consciente de ella.
Ahora, si mantienes (sigues) esta ley, no tienes que transmitir lo que quieres; simplemente
asumes que lo tienes, pues, a pesar de que tu mente racional y tus sentidos externos lo
nieguen, si persistes en tu asunción tu deseo se convertirá en tu realidad. No hay límite
para tu poder de creencia, y todas las cosas son posibles para el que cree. Sólo imagina
qué enorme poder es ése. No tienes que ser agradable, bueno o sabio, porque cualquier
cosa es posible para ti cuando crees que lo que estás imaginando es cierto. Ése es el
camino hacia el éxito.
Creo que cualquier hombre que haya tenido éxito en la empresa de su vida ha vivido
como si fuera exitoso. Viviendo en ese estado, él puede nombrar a aquellos que le
ayudaron en la consecución de su éxito; y puede negar que siempre estuvo consciente
del éxito, pero su conciencia forzó la ayuda que recibió.
Creer existente tu deseo es ejercer el maravilloso poder creativo que eres. Se nos dijo en
el primer Salmo: “Bendito el hombre que se deleita en la ley del Señor. En todo lo que
hace, prospera.” Esta ley, como se explica en el Sermón de la Montaña, es psicológica.
“Habéis oído que se dijo antiguamente, no has de cometer adulterio, pero yo os digo,
cualquiera que desee a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Aquí
descubrimos que no es suficiente con frenar el impulso en el exterior. ¡Se comete
adulterio en el momento en que se piensa el deseo!
Sabiendo lo que quieres, llévate hacia ello, pues el acto fue cometido en el querer. La fe
debe ser añadida ahora, pues sin fe es imposible agradar a Dios. ¿Puedes imaginar un
estado y sentir que tu acto imaginario es ahora un hecho? No te cuesta nada imaginar; de
hecho estás imaginando a cada momento del tiempo, pero no conscientemente. Pero
puedo decirte: si usas tu poder creativo imaginando que un deseo ya está cumplido,
cuando lo consigas, las circunstancias parecerán tan naturales que será fácil negar que tu
imaginación tuvo algo que ver con ello, y puedes fácilmente creer que hubiera ocurrido de
todos modos. Pero si lo haces, habrás vuelto a dormirte otra vez.
Primero de todo, la mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de nuestra propia
cosecha cuando nos confronta. Y si recordamos que una vez lo imaginamos, la razón nos
dirá que habría ocurrido de todos modos. La razón te recordará que conociste a un
hombre (aparentemente por accidente) en una fiesta que estaba interesado en hacer
dinero. Cuando escuchó tu idea, te envió a ver a su amigo, y mira lo que sucedió – así
que realmente, hubiera sucedido de todos modos. Entonces, por supuesto, es fácil ignorar
la ley, pero “Bendito es el hombre que se deleita en la ley del Señor. En todo lo que hace
prospera”.
No olvides la ley mientras estés viviendo en el mundo del César, y aplícala sabiamente;
pero recuerda que no estás justificado por su uso. La justificación viene a través de la fe.
Debes tener fe en la increíble historia en la que Dios prometió manifestarse de ti, ¡como
tú! Esta es la promesa de Dios para todos, y a todos se les pide que la crean.
No es lo que eres sino lo que le confías a Dios hacer, eso es lo que te salva. Y en la
medida en que confíes en Dios para que te salve, serás salvado. Pero él nos ha dado una
ley psicológica para amortiguar los inevitables golpes de la vida. La ley es simple: “Como
siembres, así cosecharás”. Es la ley de igual engendra igual. Como imagines, así será tu
vida. Sabiendo lo que quieres, asume la sensación que sería tuya si lo tuvieras. Persiste
en esa sensación, y de una manera que no conoces ni podrías concebir, tu deseo se
convertirá en un hecho. El abuelo hizo su fortuna estando en un solar vacío y diciéndose
para sí mismo: “Recuerdo cuando esto era un solar vacío”. Entonces él describiría una
hermosa representación verbal de la construcción que deseaba [ver establecida] allí. Esta
es una técnica maravillosa. Puedes recordar cuando estabas enfermo, eras desconocido,
pobre o un fracasado. Recordando cuando eras, implica que ya no eres eso, y tu poder
está en su implicación.
Usa la ley y te llevará de éxito en éxito según como concibas lo que el éxito es. En lo que
a mí concierne, el éxito es cumplir la promesa, y no puedes hacer eso a través de la ley.
La promesa se cumple a través de la fe. ¿Te estás manteniendo fiel a la fe? Examínate
para ver si lo estás. Te he contado una historia eterna. Créela pero no la cambies. La
historia es ésta: Dios se convirtió en ti para que tú puedas convertirte en Dios. Usa la ley
para amortiguar los golpes mientras Dios mantiene su promesa; y entonces un día,
cuando tu viaje haya terminado, dirás: “En tus manos encomiendo mi espíritu. Tú me has
redimido, oh Señor, Dios fiel”. Este es el clamor en la cruz. Encomienda tu espíritu a tu
acto imaginario, relájate y quédate dormido sabiendo que su redención está asegurada.
Entonces cuando menos lo esperes, Dios te demostrará que te ha redimido a través de
despertar en ti, como tú. Luego nacerás, no de la sangre ni de la voluntad de la carne, ni
de la voluntad del hombre, sino de Dios.
Ahora entremos en el silencio.
Traducido por Manu LDA
La conferencia original en inglés es BELIEVE IT IN (Neville Goddard 10-6-1969)
http: / /nevilleenespanol.blogspot.com/
Neville Goddard (18 de octubre de 1968)
CRISTO ES TU VIDA
Esta enseñanza es esencialmente una revelación del Cristo Resucitado. No estoy
hablando de la vida de algún hombre entre su nacimiento y su muerte físicos, sino del
Cristo que ha resucitado en mí y que resucita en todos. Yo no tengo ninguna imagen
mental de un ser fuera de mi vida, o la vuestra.
Pablo nos dice: “Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca, vosotros apareceréis con él en gloria.”
(Col. 3:3,4) Aquí vemos que Pablo equipara tu vida con Cristo. Estás vivo ahora, así que
¿qué quiere decir Pablo cuando afirma que has muerto? Todas las cartas de Pablo
equiparan la muerte con un sueño tan profundo que el pasado es olvidado. Es del sueño
de la muerte del que él te insta a levantarte diciendo: “Despierta Oh durmiente y resucita
de los muertos.”
El sólo y único Cristo es tu vida. Ahora dormido en la humanidad, este poder cree él
mismo ser tú. Y cuando despierta y resucita en ti, eres tú el que resucita como Cristo. El
poder y la sabiduría de Dios están dormidos en ti como tu propia vida. ¡Dios es amor!
Cuando Dios murió os dio a vosotros, sus hijos, vuestra herencia. No fue un hogar o
alguna tierra fabulosa, ¡sino el poder de su amor! El poder de crear cada deseo de vuestro
corazón.
Permitidme comenzar con un punto que ha confundido a algunos. Un caballero escribió:
“Tú dices que los demás tienen cuerpos y vidas propios, pero que su realidad está
enraizada en tí así como tu realidad está enraizada en Dios. Yo tengo un deseo que
implica a los demás, sin embargo tengo la sensación de que ellos no quieren ser parte de
él. A pesar de que tú dices que no debo preocuparme de influir a los demás, ya que el
mundo – enraizado en mí – jugará el papel que debe jugar si yo soy fiel a mis objetivos;
¿pero qué derecho tengo yo a influir en los demás?
“Creyendo que imaginar crea la realidad y que ahí no hay ficción, yo parto de una premisa
que no tiene nada en el mundo externo que la apoye; pero en medio de mi proyecto me
desvío, pues yo no puedo influir en estos hombres. Ahora me pregunto si tal vez éste es
también su deseo oculto y ellos no me quieren en él. Tú dices que cuando estoy
ejerciendo amorosamente mi imaginación en nombre de otro, estoy haciendo de mediador
de Dios con ese otro. Sé que lo que imagino beneficiará a todos; sin embargo debido a mi
duda en cuanto a su deseo de ser implicados, ¿debería yo continuar haciéndolo?”
Yo le diría, toma sólo el objetivo. Tal vez debido a sus talentos tú los has escogido como
compañeros, pero si ellos se fueran ¿todavía tendrías el deseo? Si es así, entonces ellos
no son esenciales.
Si te pones en el final regocijándote en el cumplimiento del objetivo, los que son igual de
talentosos – y tal vez más – vendrán a buscarte; permaneciendo en el final, atraerás a las
personas necesarias para jugar el papel que ellos deben jugar para ayudar al nacimiento
de lo que tú estás haciendo.
Ahora, tú preguntaste si todas las cosas trabajan para bien. El capítulo 8 de Romanos nos
dice que lo hacen. Esta verdad es dramatizada para nosotros en el capítulo 50 del Libro
del Génesis. Es la historia de José, uno de los doce hijos de Jacob. José tenía la
capacidad de soñar vívidamente. Sus visiones eran ciertas y él podía interpretarlas. Sus
hermanos, volviéndose envidiosos, conspiraron para matarlo, pero Judá intercedió,
instándoles a venderlo en su lugar.
José fue vendido como esclavo, y cuando nadie podía interpretar los sueños del Faraón,
José fue llevado ante él. Él interpretó los sueños tan precisamente, que el Faraón lo hizo
igual a sí mismo, y todo lo que dijera José era instantáneamente ejecutado. Él predijo la
hambruna que iba a venir, y cuando sus hermanos llegaron en busca de comida, José –
ahora sentado en el trono – los reconoció, y dijo: “No temáis, vosotros pensásteis hacer
mal contra mí, pero Dios lo encaminó para bien.” Así que todo trabaja para bien cuando
hay tiempo para reflexionar sobre el acto.
Podría regresar a mi propia pequeña familia. Llegó un momento en nuestra vida en que
parecía que el mundo había llegado a su fin. Los socios de mi padre, deseando tomar el
control del pequeño capital que él tenía en el negocio, tuvieron éxito y nuestro mundo se
derrumbó. No teníamos nada, e incluso nuestros amigos se hicieron escasos.
Pero lo que parecía ser una cosa mala resultó ser una bendición, pues al separarnos de
esta asociación – que era pequeña, en el sentido de que no podían pensar en grande – mi
padre empezó por su cuenta con los hijos que podían imaginar. La familia ha convertido
ahora nuestro negocio en una gran empresa de muchos tipos de negocios sin
asociaciones de fuera, dejando pequeño todo lo que habíamos creído posible hace
cuarenta años cuando sucedió. Ha tomado tiempo y reflexión, pero ahora podemos ver
que – aunque los socios de mi padre intentaron un mal contra él – Dios lo encaminó para
bien.
Ahora, un amigo tuvo un sueño en el que recibía una carta con el boletín de calificaciones
de su hijo dentro, indicando que debe mostrar una notable mejoría en cuatro materias,
una de las cuales era el álgebra. Dado que su hijo siempre ha sido primero en
matemáticas, él se enojó e instantáneamente revisó el boletín de calificaciones. De
pronto, enfadado consigo mismo, dijo: “Estoy cansado de la responsabilidad de este
poder y de las muchas necesidades de revisión de la vida. Mi hijo es un chico mayor ya,
que lo haga él mismo,” y se despertó.
Pedro hizo la pregunta: “Señor, si mi hermano peca contra mí, ¿con qué frecuencia tengo
que perdonarle, siete veces?” Y el Señor contestó: “Yo no dije siete, sino setenta veces
siete.” Esto no quiere decir cuatrocientas noventa veces. Setenta es el valor numérico de
la letra hebrea Ayin, cuyo símbolo es un ojo. Siete es el valor numérico de la letra hebrea
Zayin, cuyo símbolo es una espada.
Aquí se nos está diciendo que imaginemos hasta que el ojo sea fijado como clavado con
una espada. Puede suceder la primera vez o puede tomar un millar de veces convencerte
a tí mismo de que las cosas son como tú deseas que sean, y no como parecen ser. Pero,
en la medida en que tú estés auto-convencido de que lo has hecho en tu imaginación, el
mundo exterior reflejará su armonía.
William James, un profesor de psicología en Harvard, es uno de nuestros grandes
educadores. Él dijo: “La mayor revelación de mi generación es el descubrimiento de que
los seres humanos, por un cambio de actitud interno pueden producir cambios externos
en armonía con sus convicciones internas.”
Eso está en la Biblia. En el Libro del Génesis se nos muestra en forma de historia cómo
las actitudes internas producen estados externos. Conociendo el momento en que los
animales estarían listos para el acto de creación y el abrevadero al que ellos vendrían,
Jacob hizo un trato con su suegro, de que – a pesar de que todos los animales eran o
negros o marrones, si hubiera alguna descendencia de rayas o con manchas sería suya.
Creyendo que el hombre se convierte en lo que contempla, y que lo mismo se podría
aplicar al mundo animal, Jacob pintó rayas en los álamos de modo que sólo rayas
aparecían. Luego llevó sólo a los animales sanos al abrevadero, dejando a todos los
débiles para criar – el marrón con el marrón y el negro con el negro. Cuando las hembras
llegaron a los abrevaderos y engendraron, vieron sólo rayas y produjeron lo que
contemplaron, sus descendientes fueron rayados.
Así que esta lección nos fue dada en el principio. Lo que quiera que estés contemplando
en el ojo de tu mente, lo producirás en tu mundo externo. Es tan simple como eso. Espero
que estés contemplando tu deseo cumplido en el ojo de tu mente, pues las Escrituras te
dicen que: “Todo lo que desees, cree que lo has recibido y lo habrás hecho.” Esto te está
diciendo que, en la medida en que estés auto-convencido, te convertirás en lo que has
asumido que eres.
En el caso de mi amigo, su sueño le estaba diciendo que continuara revisando y no
tuviera miedo de la responsabilidad de su tremendo poder para imaginar; pues la vida
misma no es más que una actividad de la imaginación. Cuando hablo de que Cristo es tu
vida, estoy diciendo que es tu imaginación, pues la vida es una actividad de la
imaginación. Pregúntate qué estás imaginando ahora mismo y descubrirás lo que Cristo
ha creado. Pues por él todas las cosas son creadas, y sin él no se crea nada de lo que es
creado.
Cada cosa formada ahora y llamada un hecho fue una vez sólo una imagen en la mente
de alguien que persistió en esa imagen y la proyectó en la pantalla del espacio. Así que
no renuncies a la responsabilidad de la revisión, y – en cuanto a influir a los demás –
¿puedo decirte que tú no puedes evitarlo? Cuando caminas por la calle, involuntariamente
influyes en la gente ahí. Simplemente no puedes evitarlo.
Otro punto que quiero plantear es este: Los profetas que escribieron el Antiguo
Testamento eran siervos del Señor. Ellos recogieron lo que vieron u oyeron, pero ellos no
lo entendían. La visión de cada verdadero profeta está esbozada. Viendo como presente
lo que es futuro: “Los profetas profetizaron sobre la gracia que iba a ser tuya. Buscaron y
preguntaron en cuanto a qué persona o tiempo fue indicado por el Espíritu de Cristo
dentro de ellos cuando predijeron los sufrimientos de Cristo y la posterior gloria. Les fue
revelado que estaban sirviendo, no a ellos mismos sino a tí, en las cosas que ahora están
siendo reveladas.”
Algunos de vosotros están teniendo visiones maravillosas y tratando de interpretarlas en
este mundo. Yo os insto a no hacerlo, ya que os extraviareis cuando tratéis de determinar
la partida de una persona – pues nadie sabe la hora, el día o la estación. Sólo el Padre lo
sabe y sigue siendo su secreto. No hay ninguna diferencia en cuán perfecta sea la visión,
fue esbozada. Tú la viste como teniendo lugar ahora. Puede ocurrir hoy o mañana, pero
no puedes preverlo. Viste la visión. Siendo un verdadero profeta, recoge tus visiones con
detalle pero no trates de interpretarlas.
Esto me lleva a otra cuestión que ha intrigado a mi amigo. Cuando hablo de Dios, o el
Señor, Jesús o Cristo, estoy hablando de la imaginación humana. Cuando se le pidió que
nombrara el más grande de todos los mandamientos, él no nombró uno de los diez, sino
la confesión de fe de Israel, diciendo: “Escucha Oh Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor
es uno.” La palabra “Señor” es JOD HE VAV HE [pron. “YOD HEY VAV HEY”] que significa
“Yo soy”. La palabra “Dios” es “Elohim” [pron. “e-lo-HEEM”], que es una unidad compuesta
de uno hecho de muchos. En el capítulo 44 de Ezequiel, el Señor Dios dijo: “Ellos no
tendrán herencia; YO SOY su herencia. No darles ninguna posesión; YO SOY su
posesión.” Estudia este pasaje cuidadosamente y descubrirás que, en lugar de heredar de
Dios, nosotros heredamos a Dios.
Ningún hombre tiene mayor amor que este: que de su vida por su amigo. No simulando,
sino abandonándose voluntariamente a sí mismo por los que amaba, Dios murió para que
pudiéramos heredarle. ¿Qué es lo que nosotros heredamos?
Él nos dijo “YO SOY la luz del mundo.” Un día heredaréis la experiencia de ser la luz del
universo. No habrá estrellas, ni sol, ni luna, ni circunferencia – sólo infinita luz viva
palpitante, la cual tú sabes que eres tú mismo. Tú heredarás a Dios como amor infinito.
Todo lo que Dios fue antes de que se individualizara, lo experimentarás como tú mismo.
Dios era un padre antes de que se convirtiera en tí y cuando él te posea, tú eres el
idéntico padre. El Salmo segundo revela al que fue su hijo antes de que él se convirtiera
en ti. Pero nadie sabe quién es ese hijo excepto el Padre, y nadie sabe quién es el Padre
excepto ese hijo y cualquiera a quien el hijo elija revelársele.
Un día ese hijo elegirá revelársete y tú verás – no a un David, sino al David de la fama
bíblica. Y no habrá incertidumbre en cuanto a la relación entre tú y el hijo de Dios, David.
Cuando él te llame padre, sabrás que tú eres Dios.
Cuando heredes a Dios, heredarás su infinito pasado, y desde ese momento verás las
Escrituras de manera diferente. Reconocerás los acontecimientos en la vida de Jesús
como signos de la iniciativa de Dios en la redención del hombre. Entenderás cómo Dios
se da él mismo al hombre.
Juan recoge ocho signos de la iniciativa de Dios en la redención del hombre. Muchos
estudiosos han puesto el primero y el último juntos, el segundo y el séptimo, el tercero y el
sexto y el cuarto con el quinto, haciendo cuatro signos mayores. Cuando estos signos
comiencen a desarrollarse en ti, cuenta los días y descubrirás que hay 1.260 días entre la
primera visión y la última, cuando heredes a Dios.
Tú no eres alguna cosita que Dios anima, da vida y posee. Dios se entregó a tí en el
sentido último de la palabra, así que no tendrás herencia, pues YO SOY tu herencia. No
tendrás posesión en Israel, pues YO SOY tu posesión. ¡Si tú posees a Dios, todo lo que Él
es, tú debes serlo!
Acabo de citar el capítulo 44 de Ezequiel. Léelo con cuidado. Hazte consciente de poseer
a Dios, y ya no serás el pequeño pigmeo que te enseñaron que eras. No reacciones a las
tonterías que leas en los periódicos. Ellos registran los acontecimientos de la mente
superficial. Lo que le sucede a un hombre entre la cuna y la tumba no debería interesarte.
Sea un cocinero o un millonario, el hombre (o la mujer) mejor vestido del año, o el más
altamente publicitado – todo eso es relevante para este mundo y no tiene nada que ver
con el Cristo en ti, quien – como tu vida – despertará un día y resucitará.
Cuando Cristo despertó en mí yo fui tan sorprendido que no me di cuenta de que había
estado dormido. Cada mañana me había despertado a un nuevo día y retirado esa noche,
tal como tú has hecho a lo largo de los años. De la cuna a la tumba, has caído dormido de
noche y despertado por la mañana. Con el tiempo has muerto, sólo para ser devuelto a la
vida a continuar el mismo largo viaje. Pero un día te despertarás en la tumba donde la
conciencia fue colocada en el comienzo. Para tu asombro ni siquiera vas a recordar
haberte quedado dormido, y nunca ni por un segundo pensado que tu cráneo fue la tumba
donde ellos colocaron a Jesucristo.
Pero al despertar tu herencia se desplegará, como todo lo dicho de Jesucristo será
experimentado por tí en una experiencia en primera persona del singular del tiempo
presente. Descubrirás que tú eres el actor central en el drama divino del descenso y el
ascenso, pues nadie puede ascender sino quien ha descendido.
Sólo Cristo ha descendido, así que cuando tú asciendes tú debes ser Cristo. Esta es la
esperanza que se hace sabiduría para soportar el sufrimiento de esta larga noche oscura
del tiempo. ¡Habita en esa esperanza que es la gracia que está viniendo a ti en el
desvelamiento de Cristo en ti, como tú! ¡Nunca hubo otro y nunca habrá otro, pues Cristo
es tu vida!
Lee el tercer capítulo, el 3º y 4º versos de Colosenses, con cuidado. Tú has muerto y tu
vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es tu vida, aparezca, tú
también aparecerás con él en gloria, ¡porque tú eres Cristo! Su aparición es su
resurrección y despertar en ti. Su nacimiento se convierte en tu nacimiento. El
descubrimiento de la paternidad de Dios te revela a tí como el padre, y el capítulo 44 de
Ezequiel es cumplido. ¡YO SOY tu herencia! ¡YO SOY tu posesión!
Recuerda: todo lo que ves, aunque parezca estar en el exterior está dentro de ti. No
tienes que preocuparte por influir en las personas si construyes objetivos. Si quieres una
gran cantidad de dinero, ve el dinero dentro de tí. ¡Luego proclama que es tuyo!
Hoy un hombre muy rico está recibiendo una gran cantidad de publicidad debido a su
matrimonio. Nacido como un chico pobre en Turquía, de padres griegos, fue llevado a
Argentina cuando tenía dieciséis años, donde comenzó a importar tabaco, empezando su
negocio con sesenta dólares. Él ha olvidado completamente esos días, y con la que se
casaría – por ambición de grandeza en el nombre – te haría olvidar sus humildes
comienzos. Shakespeare tenía una frase para ello: “Él niega la escalera por la cual
ascendió.” Empezando con sesenta dólares, este hombre comenzó a soñar y hoy es un
multimillonario. Yo no le preguntaría cómo lo robó. Hasta ahora él se ha salido con la suya
y es considerado suyo, pero cualquiera con mil millones de dólares debe haberlos robado.
No importa sin embargo, ya que todas las cosas trabajan para bien al final.
No debería importar lo que un hombre hace con su vida entre la cuna y la tumba. Lo
importante es lo que está sucediendo dentro del hombre. ¿La vida que anima ese cuerpo
ha sido removida? ¿Está empezando a resucitar en él? Debe resucitar a fin de heredar a
Dios, pues sólo Cristo hereda a Dios. Cristo es tu vida, que debe resucitar en ti, y cuando
lo hace tú heredas a Dios Padre.
Si tú juegas el papel de un cocinero o de un rey, un carpintero o un ídolo de película, eso
no es importante – pues tu estado externo no significa nada. Hay hombres que ahora
están jugando el papel de un cocinero, un carpintero, un limpiabotas o un barbero,
sabiendo que son redimidos, esperan pacientemente ese momento en el tiempo en que
puedan quitarse el ropaje de carne y sangre por última vez. Pero sólo el Padre conoce
ese momento. Que nadie especule sobre cuándo sucederá. Recoge tus visiones, pero no
las interpretes. Todos somos consumados maestros en la malinterpretación de la gran
misión de Dios para nosotros.
En cuanto a mí, ya he resucitado. Yo soy del mundo, no estoy en él. Mis sueños y
experiencias de noche no están relacionados con este mundo, así que llevo una doble
vida. Mientras yo esté aquí hay trabajo que hacer para continuar alentando a todo el
mundo contando la verdadera historia de la redención.
Toma esta maravillosa historia a pecho. Es verdadera. Cristo es tu vida, la cual es
totalmente sobrenatural. El nacimiento es sobrenatural. El descubrimiento del Padre es
sobrenatural. El rasgado del templo de arriba a abajo y el ascenso al reino son
sobrenaturales, así como el descenso de la paloma. Ninguna paloma física desciende
sobre tu hombro – es una experiencia sobrenatural, pero esta fantástica verdad ha sido
plasmada en una historia que el hombre pudiera entender; pues, como Tennyson dijo: “La
verdad encarnada en un cuento entrará por las puertas de los humildes.”
Recuerda lo que he dicho. ¡Olvida la influencia! Asume objetivos. Concibe una escena que
implicaría el cumplimiento de tu deseo y sueña sueños nobles, ¡pues nada es imposible
para Cristo, y Cristo es tu vida!
Ahora vamos a entrar en el silencio.