Todo Cambia

Érase una vez que mientras Albert Einstein estaba enseñando en la Universidad de Princeton aplicó un examen a una clase avanzada de estudian...

jueves, 16 de febrero de 2012

diccinario (Deepak Chopra)- Curso de desarrollo del talento

1.- AMOR


Para un aprendiz de mago todos los seres humanos poseemos la misma esencia y por esto para él amor es una de las dos palabras más importantes. Un aprendiz de mago es una persona comprometida realmente con el mejoramiento de la calidad de vida de su comunidad un ser humano imprescindible por su impacto en el desarrollo social y tecnológico de una nación. Un aprendiz de mago comprende que su propósito esencial como integrante de la raza humana es “dar, amar y servir”, adopta como regla fundamental de comportamiento “tratar a los demás como quisiera que lo tratarán a él mismo” y busca obrar siempre en concordancia con lo que todo su ser trata de decirle. Es por amor que un aprendiz de mago define su objeto de investigación y trata de “ver lo que otros no han visto” con el fin de enriquecer la base de conocimientos que soporta la solución de los problemas sociales. Es por amor que un aprendiz de mago se junta con otros para tratar de generar conocimiento socialmente no existente que contribuya efectivamente a la satisfacción de las necesidades básicas sociales (salud, educación, trabajo, recreación). Jesús de Nazareth es tal vez el aprendiz de mago más grande que ha existido. Su amor a la humanidad se traduce en la frase “He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. El conocimiento que obtuvo le permitió tratar de señalar un camino para la evolución del ser humano, para el desarrollo de todo su potencial, para alcanzar la plenitud interior. Su trabajo fue y sigue siendo esencialmente social.

2.- APRENDIZAJE

Un aprendiz de mago se considera siempre alguien en proceso de permanente construcción, un ser humano en continua evolución y sabe que su cuerpo es materia viva cuyo impulso natural es la perfección. Sabe que todo obstáculo, toda dificultad, todo problema es una oportunidad para crecer, para avanzar en su aprendizaje y los convierte en catalizadores de su proceso de transformación, en aceleradores de su búsqueda de la excelencia. Para un aprendiz de mago no existe la palabra fracaso, todo lo que hace - sin importar el resultado obtenido - representa un esfuerzo valioso en términos de aprendizaje. Cuando sus expectativas no corresponden en forma satisfactoria con los resultados obtenidos, estudia detenidamente la situación con el fin de sacarle el máximo provecho, el máximo aprendizaje para incrementar su base de conocimiento y experiencia. Un aprendiz de mago adopta como un principio ético esencial el de “máxima satisfacción con mínimo consumo” y en consecuencia busca optimizar todos los recursos que utiliza y al mismo tiempo trata que los resultados de su trabajo lleguen al mayor número de beneficiarios posible. Un aprendiz de mago se ve a sí mismo como un discípulo eterno de la naturaleza y de la vida, sabe que es posible aprender de cada ser vivo, que cada persona con la cual interactúa representa un vehículo, una herramienta o un agente a través del cual puede conectarse con su maestro interior, con su propia fuente de sabiduría.

3.- ESPERANZA

Esperanza es otra palabra muy importante para un aprendiz de mago y está cimentada en el nivel de conciencia alcanzado por él, en el grado de conocimiento de su condición humana y en la aceptación de su esencia divina. Se sustenta fundamentalmente en la respuesta que le haya dado a las preguntas ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Para dónde voy?, esto es, en el concepto que tenga de sí mismo. Un aprendiz de mago está convencido de que debemos vivir como si fuéramos inmortales y siempre está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo porque se da cuenta, acepta que lo que va a recibir será mucho más de lo que de. Albert Einstein dijo que la pregunta más importante que tal vez un ser humano podría hacerse era: “Es acaso el universo amable?”. Sólo basta mirar a nuestro alrededor (hacia arriba, hacia el frente, hacia los lados, hacia atrás) y hacerlo de manera objetiva, tratando de liberarnos al máximo de nuestros condicionamientos y podremos darnos cuenta de cómo el universo expresa su amor en múltiples formas: el sol, el aire, el agua, los seres vivos alineados con las leyes naturales (plantas, animales, personas concientes de su misión). Así mismo en la medida en que entendamos el cosmos, por la percepción que nos permita disfrutar plenamente con la apreciación de nuestro planeta y del firmamento, podremos compartir la frase “Más allá del universo en expansión, hay alguien con un violín tocando una melodía secreta” y entender que existe una única canción de la cual hacemos parte.

4.- INTELIGENCIA

Un aprendiz de mago sabe que su yo superior tiene inteligencia auténtica, es decir, que su yo superior sabe realmente lo que está haciendo y en consecuencia busca mantener en contacto permanente con este guía interior, con esta inteligencia organizativa universal que está presente en cada ser humano en su máxima expresión. Un aprendiz de mago se ve a sí mismo como una obra maestra de la naturaleza, como un heredero de la genética universal, como un ser dotado de potencialidad infinita. Un aprendiz de mago comparte y está convencido – como dice una canción – que “eres una criatura del universo no menos que las estrellas y las plantas” y “el universo marcha como debiera”; por esto aprecia la inteligencia que hay en cada ser vivo: un árbol, un animal, un ser humano, nuestro planeta, nuestra galaxia, el universo. Al observar un árbol un aprendiz de mago lo percibe como un milagro, como el resultado de una inteligencia superior, como la manifestación de una inteligencia organizativa universal, como la expresión de la vida misma para asegurar su continuidad, lo cual se condensa en una semilla que contiene toda la habilidad y experiencia para asegurar el surgimiento de este ser vivo. Un aprendiz de mago sabe que esa habilidad y experiencia en grado sumo están en él.

5.- OBJETIVIDAD

Un aprendiz de mago es conciente de que la base de su proceso formativo está en aprender a ver, en hacer una lectura de la realidad con la menor distorsión posible, en eliminar al máximo los filtros originados por los condicionamientos. Sabe que su tarea fundamental es estar “completamente despierto”. Entiende plenamente la frase “Basta con abrir los ojos y verlo. Ver claro. Ver de frente. Ver del todo” y se esfuerza por liberarse de todos sus apegos, de todos sus prejuicios, de todos sus pre-conceptos; elimina de su lenguaje las palabras: certeza, fracaso, imposible, preocupación, culpa y miedo. Un aprendiz de mago busca ser absolutamente neutral y totalmente objetivo; sabe que esto es posible si trabaja en hacer realidad en su vida la frase “El aquí y el ahora son para siempre”; si busca lograr la presencia auténtica en cada actividad que realice, en cada interacción que tenga con la realidad, en cualquier situación en la cual se encuentre; sabe que debe avanzar hacia la adquisición de una paciencia infinita y entiende que “El camino es la meta. Caminar es llegar”; y que en este proceso alcanzar la tolerancia verdadera es fundamental para llegar a tener una visión clara de la realidad. Un aprendiz de mago “recuerda que no tiene que esforzarse, que no tiene que luchar, que no tiene que vencer, sólo tiene que saber”.

6.- UNIDAD

Un aprendiz de mago sabe que el día es uno solo, que la vida es una sola, que todo su ser es uno solo; por lo tanto se emplea a fondo, con todos sus recursos, con todo lo que es, en cada tarea, en cada actividad, en cada proyecto. Sabe que su misión es trabajar objetivamente, descansar y orar de manera integrada lo cual implica liberarse de sus condicionamientos, amar todo lo que hace y agradecer permanentemente todo lo que se le presente. Un aprendiz de mago comprende que todo lo que hay en su mundo ha sido puesto por él mismo allí y que todo eso está a su servicio, para que le sea útil en su camino hacia la excelencia y que ésta sólo es posible si se empeña en alcanzar la plenitud interior, en lograr la unidad de su ser, en ser sólo uno, sin divisiones, sin fragmentaciones, sin apegos. Un aprendiz de mago también comprende que el universo es una única canción, que todos hacemos parte de un solo cuerpo, que somos un gran ecosistema, que todos los seres humanos compartimos la misma esencia, que somos una gran familia, que todos queremos ser felices y andamos buscando el paraíso perdido. Un aprendiz de mago sabe que “cuando hay unidad no hay acusaciones, sólo búsqueda de soluciones para uno y para el todo”.

7.- BONDAD

Un aprendiz de mago sabe que comparte con todo ser humano las limitaciones propias de su cuerpo material, su mortalidad, su vulnerabilidad y comprende que “nacemos príncipes y la sociedad nos hace ranas”. Sabe que en cada ser humano hay una grandeza, respeta el lugar donde ella mora y trata en cada interacción de hacer contacto con esa manifestación de la inteligencia organizativa universal que hay en cada persona. Comprende que todas las personas son seres responsables tratando de madurar cada día y que “La bondad es un lenguaje que el sordo puede oír y el ciego puede ver”. Sabe que no hay nada que perdonar, porque no hay nada que juzgar, ni nadie a quien acusar; que las personas actúan según su nivel de conciencia y su grado de competencia, que siempre debe obrar según lo que todo su ser le indique y que cuando haya duda debe dejar que su corazón decida. Un aprendiz de mago sabe que “Sólo somos lo que damos” y que en su búsqueda de la excelencia debe generar todo el bienestar que sea posible para todas las personas con las cuales interactúa en su viaje, que debe ser creador de armonía, que debe tratar siempre de ser como una brisa fresca sobre las montañas y comprende el último consejo de Aldous Huxley para la humanidad: “Todo lo que hemos de hacer es ser un poco más amables los unos con los otros”.

8.- VISIÓN

Un aprendiz de mago tiene como su referente mayor una visión clara de su futuro, una visión alentadora y positiva, un escenario deseado conformado por las cosas que él quiere lograr en la vida, una imagen de cómo desearía verse a sí mismo y a su mundo si no tuviera ningún tipo de limitaciones. Un aprendiz de mago está convencido que “Para ver, primero hay que creer” y que “En el mundo del pensamiento carente de dimensión todo es posible”; por esto se recuerda a sí mismo permanentemente que es una manifestación de la inteligencia organizativa universal, que debe confiar en el deseo del universo de estar en armonía consigo mismo y que no existen obstáculos sólo acontecimientos que debe interpretar, que debe aprovechar en su camino hacia la excelencia. Un aprendiz de mago comprende plenamente la afirmación “Soy el creador de lo que he imaginado que puedo ser” y se dice a sí mismo “Tienes el pincel y los colores. Pinta el paraíso y entra después en él”. Recuerda frecuentemente la frase de Leonardo Da Vinci “Aquel que fija su rumbo hacia una estrella, no tendrá que cambiarlo” y trata de evitar “Llegar al final de la escalera y descubrir que está apoyada en la pared equivocada”.

9.- COHERENCIA

Un aprendiz de mago sabe que su formación está muy relacionada con el nivel de coherencia que haya alcanzado. Sabe que debe tratar de sentir, de pensar, de hablar y de actuar en la misma dirección. Un aprendiz de mago se siente como un arquitecto social, como un ser humano cuya misión es contribuir a dejar este mundo mejor que como lo recibimos, como un gestor de bienestar para un número cada vez mayor de personas. Un aprendiz de mago piensa que cada ser humano es parte de un gran ecosistema, que en cada ser se encuentra una manifestación de una inteligencia universal y que toda persona puede alcanzar su plenitud interior. Un aprendiz de mago habla sólo de bienestar, de todo aquello que se relacione con el mejoramiento de la calidad de vida, de la abundancia que hay a nuestro alrededor, de abrazar cada vez un mayor número de personas como parte de su familia, del amor por uno mismo y por todos sus semejantes. Un aprendiz de mago se esfuerza por actuar en concordancia con lo que siente, piensa y habla. Sabe que debe desterrar el miedo de su vida y entiende el sentido de la frase “Si supieras que alguien siempre te acompaña por el camino que hayas elegido, nunca más volverías a tener miedo”. Sabe que fundamentalmente lo que debe buscar es la unidad de su ser: Ser sólo uno.

10.- DISCIPLINA

Un aprendiz de mago sabe que “en su origen la palabra disciplina designaba un pequeño látigo que servía para autoflagelarse y que, por lo tanto permitía la autocrítica”; comprende que en un sentido degradado, la disciplina se convierte en un medio de flagelar a todo aquel que atente contra un sistema de ideas, creencias o normas. Un aprendiz de mago es conciente de que su avance hacia la excelencia depende fundamentalmente de su capacidad de autocrítica, de su cuestionamiento de sí mismo, de su observación permanente de todo lo que hace, del rastreo sistemático de su progreso, de la evaluación periódica del grado de materialización de su visión de futuro. Un aprendiz de mago está convencido de que “Vale más una cabeza bien puesta que una repleta” y entiende que “Una cabeza bien puesta es una cabeza apta para organizar los conocimientos y evitar una acumulación estéril”. Un aprendiz de mago sabe que a través de todo lo que hace debe buscar desarrollar su aptitud para contextualizar e integrar y que debe “situar todo acontecimiento, información o conocimiento en un relación inseparable con el medio - cultural, social, económico, político y, por supuesto, natural”. Un aprendiz de mago es realmente conciente de que es plenamente responsable de todo su ser y de todo su quehacer.

11.- FLEXIBILIDAD

Un aprendiz de mago comprende claramente que “a mayor formación menos certezas”, que la vida es una escuela y que cualquier proceso es fundamentalmente un proceso de aprendizaje. Un aprendiz de mago es conciente que tiene un compromiso fundamental consigo mismo: honrar la grandeza que hay en él, respetar el lugar donde ella mora y evidenciar en todo su quehacer que efectivamente es una manifestación de la inteligencia organizativa universal. Cree que existe en él un potencial infinito para crear y trabaja concientemente para eliminar todos sus bloqueos. Sabe que cada proyecto que emprende tiene un objetivo esencial: mejorar su competencia para enriquecer la base de conocimiento universal existente. Consecuente con esto busca contrarrestar el enquistamiento intelectual o la parálisis paradigmática y evita caer en lo que podría denominarse “miopía voluntaria”. Ante cada situación trata de ver alternativas, de identificar posibles caminos o maneras de proceder, de divertirse a través de un proceso creativo de interpretación de la realidad. Está realmente convencido de que el fracaso no existe, que todos los resultados son útiles en su viaje en búsqueda de la verdad y la belleza. Un aprendiz de mago sabe que el 80% de su cuerpo es agua y que, como este elemento natural, debe fluir con la menor resistencia, adaptándose a las condiciones del medio con el cual entra en contacto con el fin de avanzar en el conocimiento de la realidad, de mejorar cada día en serenidad, aceptación, neutralidad, transparencia y objetividad, de aprender a ver.

12.- GRATITUD

Un aprendiz de mago es un ser humano que se siente en deuda siempre con la vida, que está profundamente agradecido por lo que es, que está convencido de poseer un potencial infinito para crear, para dejar una huella, para seguir viviendo en el corazón de quienes le sobrevivan. Sabe que cada día es un presente, un regalo que la vida le da, una oportunidad para seguir avanzando en su proceso de aprendizaje, para hacerse más competente, para hacer mejor su tarea esencial (integrar trabajo, descanso y oración) para poder llegar a un disfrute pleno de todas sus actividades, lo cual es posible cuando se ama lo que se hace en alto grado y se da gracias por todo aquello que se presente en nuestro camino ya que se considera que está ahí para nuestro beneficio, como un catalizador para nuestra evolución. Un aprendiz de mago reconoce que tiene mucho más de lo que necesita, agradece permanentemente a la vida lo que ha recibido, sabe que su vida se ha enriquecido gracias al esfuerzo, al trabajo de innumerables personas (sus antepasados y todas aquellas personas con las cuales ha interactuado) y que esta actitud refuerza su compromiso real con el mejoramiento de la calidad de vida de su comunidad y que puede conducirlo a lograr sentirse realmente en “vacaciones permanentes”.

13.- HONESTIDAD

Un aprendiz de mago sabe que su avance en la búsqueda de la excelencia depende fundamentalmente de la adopción de la honestidad como principio básico de vida. Un aprendiz de mago trata de mostrarse tal como es, sin máscaras, sin disfraces; busca decir lo que siente y lo que piensa en todo momento y evita mentir ya que sabe que ello no aporta nada a su crecimiento ni a la evolución de aquellos con quienes interactúa. Un aprendiz de mago comprende claramente que su primer compromiso es ser honesto consigo mismo reconociendo sus limitaciones actuales, identificando sus condicionamientos, aceptando sus errores y que debe evidenciar este compromiso con un rastreo sistemático de su transparencia, a través del cual pueda propiciar su liberación de todos los bloqueos, de todas las ataduras, de todos los apegos ya que sabe que “La recompensa es la paz del alma. Sólo la verdad da descanso”. Un aprendiz de mago sabe también que todo lo que haga debe representar una acción válida, una acción que agregue valor a la vida, una acción que manifieste un profundo respeto por el bien común, una acción orientada a mejorar la calidad de vida de la humanidad, una acción que evidencie la grandeza que hay en él.

14.- JUSTICIA

Un aprendiz de mago está convencido de que el universo es realmente amable, que es una criatura del universo no menos importante que las estrellas y que los árboles, que tiene el derecho a existir y a alcanzar la plenitud, que ha sido dotado de un potencial creativo infinito. Un aprendiz de mago trata de recordar permanentemente que no tiene que esforzarse luchando y buscando victorias en el mundo material, que él mismo es todo lo que necesita, que no requiere nada porque él ya lo es todo y que debe tratar de conectarse con la riqueza interior, con su fuente interior de sabiduría, con la inteligencia organizativa universal que vive en él. Un aprendiz de mago sabe que ha recibido de la vida mucho más de lo que ha dado, que todo lo que ha sucedido en su vida han sido oportunidades para crecer, para aprender, para propiciar su transformación, para avanzar hacia la unidad de su ser. Un aprendiz de mago comprende que todas las personas son aprendices responsables tratando de madurar cada día, seres humanos con diferentes niveles de conciencia y con la total posibilidad de alcanzar su plenitud interior. Un aprendiz de mago comprende claramente este gran secreto de la ética de Buda: “Cualquier cosa que hagas, la haces hacia ti mismo”.

15.- LIBERTAD

Un aprendiz de mago busca ser una persona libre, una persona auto-referente, un ser humano que ha adquirido intelectualmente la mayoría de edad: pensar por sí mismo, aprender de sus errores y perseverar ante la adversidad. Un aprendiz de mago busca convertirse en un ser humano realmente autónomo: desarrollar una muy alta autoestima (ser conciente de su valor, del potencial creativo infinito que hay en su interior y de que nada que suceda en el exterior puede afectar su esencia); trata de desarrollar cada vez más las tres funciones básicas de su cerebro total (sabiduría, compasión y determinación que están relacionadas respectivamente con el cerebro superior, el cerebro cardíaco y el cerebro abdominal); y está dispuesto a actuar, a avanzar hacia la materialización de su propósito esencial (enriquecer la base de conocimiento universal existente) y a cumplir con el compromiso que ha adquirido consigo mismo (contribuir efectivamente a mejorar la calidad de vida de su comunidad). Un aprendiz de mago es un ser humano que ha logrado establecer un proceso sistemático de autosatisfacción creciente a través del cual se va liberando cada vez más de los condicionamientos, buscando la unidad de su ser y acercándose a la plenitud interior.

16.- MEDITACIÓN

Un aprendiz de mago sabe que sólo avanzará hacia la excelencia en forma significativa si incorpora en su vida de manera frecuente la meditación. Entiende que “La mayoría de las desgracias del ser humano se deben a su incapacidad de estar a solas consigo mismo” y comprende claramente el sentido de la frase “La única y verdadera voz de Dios es el silencio”. Un aprendiz de mago sabe que la meditación contemplativa es la herramienta fundamental del espíritu y el medio natural con que hemos sido dotados para ponernos en contacto con la inteligencia organizativa universal que hay en nuestro ser y también en cualquier ser vivo; sabe que a través de ella es posible educar nuestra atención para lograr la presencia auténtica lo cual se traduce en una comunicación plena con otro ser humano, en una comprensión objetiva de una situación, en un disfrute total de su mundo y sobre todo en una conexión con la totalidad de su ser. Un aprendiz de mago se ha convencido de que la meditación es una herramienta esencial para elevar su grado de conciencia, para llegar a comprender realmente que “Basta con abrir los ojos y verlo. Ver claro. Ver de frente. Ver del todo” y establecer una conexión permanente con el potencial creativo infinito de su yo superior.

17.- NEUTRALIDAD

Un aprendiz de mago comprende plenamente el sentido de la frase de Sócrates “No soy ateniense, soy un ciudadano del mundo”. Entiende que su nación es toda la humanidad, trata de abrazar a todos los seres humanos como si fuesen su gran familia y sabe que su compromiso es contribuir a mejorar la calidad de vida de un número cada vez mayor de personas. Ve en cada ser humano una manifestación de la inteligencia organizativa universal, considera que cada persona es un aprendiz responsable tratando de madurar cada día y que todos los seres comparten la misma esencia (una grandeza que hay que honrar respetando el lugar donde ella mora). Para un aprendiz de mago no hay diferencias esenciales entre los seres humanos en términos “físicos”; todas las razas, sexos, nacionalidades, religiones y culturas son apariencias externas de un ser único dotado de un potencial creativo infinito, de una materia viva cuyo impulso innato es perfeccionarse. Reconoce que la diferencia básica entre los seres humanos es el nivel de conciencia alcanzado por cada uno. Sabe que la tarea esencial de cada ser humano es buscar la coherencia, la unidad de su ser, su plenitud interior.

18.- PACIENCIA

Un aprendiz de mago se dice a sí mismo “En mi mundo, nunca nada va mal”; sabe que las dificultades, los problemas y las situaciones que se le presentan son catalizadores de su proceso de aprendizaje y van a contribuir a mejorar su competencia, su capacidad de generar nuevo conocimiento útil para el mejoramiento de la calidad de vida de su comunidad. Un aprendiz de mago tiene consolidado un proceso de autosatisfacción creciente a través del cual ha llegado al convencimiento de que el fracaso no existe, sólo existen resultados y que todos ellos contribuyen a su aprendizaje. Se ha liberado de la presión del tiempo, no tiene pretensión de obtener resultados específicos en un tiempo determinado y sabe que su trabajo es enriquecer la base de conocimiento socialmente existente a nivel universal y que su beneficiario será la humanidad, el conjunto de seres humanos actuales y/o futuros; comprende que lo que trata es de dejar un legado importante a la posteridad, a quienes vienen después de él. Un aprendiz de mago ha incorporado en su ser estas dos reglas para estar en paz “No hay que apurarse por las cosas pequeñas” y “Todas las cosas son pequeñas” y en consecuencia intenta lograr siempre - en cada interacción con la realidad - una presencia auténtica, lo cual significa materializar la frase “El aquí y el ahora son para siempre” y propiciar la unidad de su ser.

19.- RESPETO

Es una de las dos palabras más importantes para un aprendiz de mago, para alguien que está realmente decidido a buscar la excelencia, a ejercer el derecho fundamental de lograr el desarrollo de toda su potencialidad, a lograr su plenitud interior. Un aprendiz de mago siente un profundo respeto por sí mismo, reconoce la grandeza que hay en él y sabe que es la manifestación superior de la inteligencia organizativa universal. Un aprendiz de mago se dice frecuentemente “Ninguna ley puede ser sagrada para mí, salvo la de mi propia naturaleza”; trata de estar en contacto con todo su ser, de alimentarse física, mental y espiritualmente adecuadamente, y se repite a sí mismo frecuentemente “Soy un sistema energético perfecto. Debo vivir cada momento como si fuera la eternidad que es, disfrutando todas las cosas que se pueden apreciar en cada momento”. Comprende que su cuerpo es la herramienta fundamental para su viaje hacia la excelencia, considera que es un templo sagrado al cual debe cuidar alimentando adecuadamente sus tres dimensiones (física, mental y espiritual) y ha establecido un proceso sistemático de autosatisfacción creciente orientado a alcanzar su plenitud interior. Un aprendiz de mago reconoce también la grandeza que hay en todo ser humano, sabe que cada persona es un aprendiz responsable tratando de madurar y se esfuerza por dar a cada persona el trato que a él mismo le gustaría recibir. Un aprendiz de mago siente un profundo respeto por la naturaleza, por el medio ambiente y en especial por todo aquello que constituya el bien común. Un aprendiz de mago está convencido de que “Sólo somos lo que damos”.

20.- RESPONSABILIDAD

Un aprendiz de mago sabe que su deber esencial es contribuir efectivamente al bienestar de las personas que integran su comunidad y está convencido de que cada ser humano es responsable de sí mismo como también de que todos nosotros somos responsables de la humanidad. Un aprendiz de mago comprende la afirmación “El mundo es mi cuerpo; las montañas son mis huesos; los bosques son mi piel; los ríos son mi sangre; el aire es mi aliento; el sol es mi luz. En mi amor por la tierra equilibro toda la vida”. Sabe que su responsabilidad fundamental es la administración de sí mismo, de todos los recursos con que ha sido dotado tanto físicos como mentales y espirituales, y que para ello lo esencial es consolidar un proceso de autosatisfacción creciente orientado a lograr la “conquista” de sí mismo. Un aprendiz de mago siente un profundo respeto por sí mismo y respeta a cada ser humano porque entiende que comparte con cada uno de ellos la misma esencia, que cada uno está realizando su viaje hacia la unidad en una búsqueda donde cada cual es libre de las decisiones que toma y responsable de las consecuencias que de ellas se derivan y de su efecto en la comunidad.

21.- SABIDURÍA

Un aprendiz de mago está convencido de que “la ciencia es el arte de saber, no de conocer”, por lo tanto trata siempre de establecer asociaciones, vínculos, conexiones entre todo aquello que esté relacionado con su objeto de investigación. Busca integrar los conocimientos que va adquiriendo, situarlos en diferentes contextos y aproximarse a las distintas situaciones en una forma holística. Un aprendiz de mago es conciente de que el conocimiento es un insumo siempre en construcción, que ningún ser humano sobre ningún aspecto ha podido decir “la última palabra”, que existen muchas verdades relativas y en consecuencia se declara a sí mismo discípulo de la naturaleza y se compromete consigo mismo a “aprender a ver” cada vez mejor, para comprender plenamente que “Basta con abrir los ojos y verlo. Ver claro. Ver de frente. Ver del todo”. Un aprendiz de mago sabe que es una obra maestra de la naturaleza, es conciente de que su ser es una manifestación de la inteligencia universal y busca conectarse con su esencia, con ese maestro interior que puede guiarlo a desarrollar todo el potencial creador con el cual ha sido dotado, que puede llevarlo a alcanzar su plenitud interior, que puede conducirlo a lograr la unidad de su ser para siempre.

22.- TRANSCENDENCIA

Un aprendiz de mago cree que nuestra misión como seres humanos en este planeta es “Comprender que nuestra eternidad y nuestro universo son infinitos”, que nuestro compromiso es dejar este mundo mejor de cómo lo encontramos y está decidido a dejar un legado valioso a las siguientes generaciones, a dejar su luz a la posteridad, a agregar valor a la vida, a contribuir al conocimiento sobre la realización del ser humano. Un aprendiz de mago comprende que “Una persona no es una cosa ni un proceso, sino una oportunidad, un claro a través del cual puede manifestarse el absoluto”; es conciente de que “Las grandes tradiciones de sabiduría sostienen que el cultivo y fomento de emociones como el amor desinteresado, la compasión hacia todos los seres y la alegría de disfrutar cada momento, son fundamentales para la trascendencia” y sabe que “Bondad, verdad y belleza deben ser tres estrellas para todo ser humano”. Un aprendiz de mago está convencido de que “No necesita conseguirlo todo, pues ya es ese todo”, sabe que debe “Vivir la vida como un viaje fascinante lleno de alegría y respeto”, que debe “Ser un instrumento de cohesión, ser una célula armoniosa” y comprende plenamente la frase “Ningún árbol tiene ramas tan estúpidas, como para luchar entre sí”.